VIVA EL SOMBRERO VUELTIAO Y EL PORRO PELAYERO

Desde el 30 y hasta el 3 de julio se gozará en Córdoba la mejor fiesta musical de la cultura popular, se trata del Festival Nacional del Porro, que cumple su XXX versión y se realiza en San Pelayo Córdoba.

Este año se rinde un homenaje a Arlinton Pardo, un pelayero que comprenetrado con la naturaleza, crea melódicos acordes con hojas de Laurel y Limonsillo, es impresionante verlo, su destreza asombra a quienes lo escuchan con los ojos cerrados y piensan que los acordes emanan del clarinete y el bombardino. Pero no, toda la potencia la produce este espiritú de un hombre pelayero que convierte a la naturaleza en su mejor instrumento.

Y MARIA VARILLA SE OYÓ....

A las tres de la mañana, más de 700 músicos, inician su romería para encontrarse en la plaza principal de San Pelayo, exactamente a las cinco de la mañana, las treinta y tres bandas de músicos caminan a su encuentro con el pueblo, y allí en la tarima central "Maria Varrilla", al unísono interpretan ese porro himno cultural de los cordobeses.

En ese momento la magia envuelve a un pueblo que se empareja con el porro, allí no existen ricos, pobres, amigos y enemigos, el sentir y el amor por los ritmos del bombardino unifican a la masa eufórica por la cultura del Sombrero Vueltiao.

Eso es lo bueno de mi pueblo, en esos momentos se olvidan los problemas y te sientes grande.

Y mucho más grande, cuando te enteras que los músicos son jornaleros, vaqueros, hombres de sol y monte, que nunca han pasado por un conservatorio, que desconocen las letras y partituras musicales. Son seres que llevan la melodía en la sangre, que luego de un caliente día de sol, acarician con sus manos encalladas el clarinete, y hacen brotar de quienes los escuchan lágrimas de felicidad.

Me quedo corta al describirlo, más bien los invito a San Pelayo, sólo deberán traer un " sombrero vueltiao" y ganas de escuchar un "guapirreo", que es parecido a un grito de monte, del hombre que arrea el ganado, pero que en el calor de la fiesta significa que el porro que tocan, te llegó al corazón.

Viva el fgestival del Porrro, y juipipipiiiii.