NATURA COBRA SUS TIERRAS
El Municipio de San Pelayo conocido por su tradición musical, es la cuna del Festival del Porro celebrado anualmente durante el 29 de julio, solía convocar a los colombianos y extranjeros al son de bombardinos y clarinetes, este año no celebrará el encuentro de bandas pues la tragedia de las fuertes lluvías e inundaciones que han afectado a los moradores de este municipio callaron las melodías del bullicio, la fiesta y el ron.
Hoy los pelayeros lloran y no es por la emoción que se desprende de un corazón al escuchar en la madrugada el porro palitiao, las lagrimas que hoy corren son las de cientos de campesinos de los corregimeintos de Guasimal, Sabana Nueva, y otros que han perdido sus cultivos de maíz, pan coger y animales, pues las fuertes lluvías han provocado que el río sinú se desborde al punto de desalojarlos de sus territorios. las calles polvorientas hoy son ríos por donde sólo se accede con canoas, los muebles y enceres reposan en los techos de algunas casas a la espera que el nivel del río baje y así volverlos a su lugar.
Ancianos desesperados trasladan sus cerdos a un lugar seguro, mientras que los niños distraídos disfrutan del momento en medio de su inocencia, sin saber que sus padres lo han perdido todo, desconociendo que ya en el patio de sus casas no está la yuca para arrancar, y que antes de que llegue la tarde deberán marcharse a buscar un refugio seco, en otra localidad donde algún amigo, familiar donde puedan esperar a que la madre naturaleza no los vuelva a maltratar.
La problemática de las inundaciones es reiterativa en el departamento de Córdoba, pues lo que antes eran cienagas y río, fue poblado por campesinos quienes poco a poco fueron ganando terreno construyendo terraplenes. Hoy natura reclamó a los moradores lo que en épocas prehispánicas le pertenecía, volvío su cause con ira arrancándole la tranquilidad a los pobres moradores que escapan de esta tragedia.