GRACIAS PADRE

Cuando estaba en la U solía escribir cartas a mi papá, donde le recordaba lo mucho que lo quería y el gran significado que para mi tenía su vida como ejemplo.

Hoy 9 de junio cuando cumplo 33 años, y se aproxima el día del padre quiero hablarte papito como hace muchos años. Es cierto que lloré cuando entendí que la maleta que sacabas de casa con tu ropa, no era para irte de viaje a Medellín como nos dijiste a mis hermanos, te extrañé en las noches, sobre todo, cuando mi mamá en su afán protector nos llevaba a su cuarto para dormir todos en la misma habitación.

Muchas cosas no comprendía y hasta me sentía culpable, pero cuando el tiempo pasó y notaba que siempre buscabas un momento para compartirlo con nosotros la herida fue sanando y los malos recuerdos fueron reemplazados por alegrías.

Te amo inmensamente, te convertiste en mi héroe favorito, en el sabio de la gruta, en la persona que siempre tiene la palabra adecuada en el momento más difícil.

Vivo orgullosa de tí, de tu temple para trabajar y sacar adelante los proyectos. Aunque no comparto tus locuras, pienso que estas son expresiones de tu temperamento de niño, gozo al verte disfrutarlas como cuando mis hijos abren sus juguetes en navidad.

No tengo nada que reprochar, porque siempre Omar, Salim, Sandra y yo hemos sido tu prioridad, la primera cita, los abrazos sinceros, los consejos útiles, la protección, el bienestar, todo el amor sincero el más bueno el que llena el alma, es exclusivo sólo para nosotros tus hijos y ahora tus nietos.

Aunque siempre repites que cuando estés viejo ya nadie te va a querer, yo espero el momento para traerte a mí, día y noche y juntos al amanecer compartir sólos el primer café, arrullarte, consentirte, cuidarte, darte todo el amor que en mis 33 años has sentido dosificado.

Lucero de mi vida, papa no te sientas nunca triste, siéntete orgulloso porque somos lo que somos por tu esfuerzo y ejemplo.

Sabes me parezco mucho a tí, en el buen humor, en la generosidad para ayudar y entregar amistad sincera, ahhh y por supuesto que orgullosamente heredé tu narizota en versión femenina, y el amor desmedido por los niños.

padre hoy siempre te estaré agradecida, eres la recompensa que Dios nos envío en esta vida para ser felíces, te amo, tu hija titi.